Estela Gil de la Parte, vicepresidenta de la CODAPA, en las jornadas online. ¿Y en septiembre qué…?

¿Qué sucederá en septiembre con la vuelta al cole? Para contribuir a despejar la incertidumbre que rodea la pregunta, la Confederación andaluza de asociaciones de padres y madres del alumnado por la educación pública (CODAPA) celebró el pasado 13 de junio unas jornadas sobre el sistema educativo en las que las personas asistentes propusieron distintas medidas para afrontar el próximo curso, así como iniciativas para facilitar la conciliación, paliar la brecha social y fomentar la inclusión.

Durante el encuentro se puso sobre la mesa la necesidad de aumentar los recursos para docentes, de buscar espacios alternativos al hogar para el trabajo académico -todo aquel que reúna condiciones de seguridad al servicio de la escuela- de formar a las familias en competencia digital, así como de reclamar innovación educativa para que los centros trabajen en red.

Vencer al virus requiere centros que no estén aislados y puedan hacer frente a la conciliación, a la brecha social y la inclusión desde el plano local con municipios que ponen sus recursos al servicio del aprendizaje.

Leticia Vázquez, presidenta de la Codapa, dio la bienvenida a las jornadas y, tras agradecer el esfuerzo de la comunidad educativa para que nadie se quedara atrás este curso,  lamentó la supresión de líneas que sigue sufriendo la escuela pública de cara al inicio de curso 2020-21, «unas unidades que vamos a seguir luchando por recuperar».  En su intervención, Vázquez criticó la incongruencia que supone hablar de “normalidad” para la vuelta al cole en septiembre cuando las autoridades sanitarias recomiendan mantener una distancia de seguridad y lamentó que no se quiera invertir para reducir la ratio.

La administración tampoco estaba preparada

Por su parte, el consejero de Educación, Javier Imbroda, agradeció igualmente en su  discurso inaugural el trabajo de docentes y familias este tiempo y señaló que la administración tampoco estaba preparada para una situación inédita.  Recalcó el apoyo al alumnado más vulnerable (comedor y dispositivos digitales) y aseguró que han localizado a quienes se han desconectado: conocen los motivos y harán programas individualizados de refuerzo. Anunció, por último, dotación tecnológica (conectividad, dispositivos, …) e incorporación de docentes, en función de los recursos procedentes del Ministerio de Educación y la Junta, que ha destinado fondos de todas las consejerías para la atención sanitaria del COVID19.

En el encuentro el profesor titular de la Universidad de Granada, Fernando Trujillo, ofreció una conferencia en la que instó a «vacunarnos contra la contaminación del miedo» para hablar del curso próximo «con valentía en la toma de decisiones: la incertidumbre es la nueva realidad, hay que aprender a vivir con ella. La enfermedad no ha pasado y eso genera problemas en todos los sectores, incluido la escuela».

El consejero de Educación, Javier Imbroda, en las jornadas online.

Garantizar la seguridad y el aprendizaje

Trujillo afirmó que nuestras preocupaciones son «la seguridad y aprendizaje» y es vital garantizar ambos, teniendo en cuenta  que a más seguridad menos aprendizaje: o que más presencialidad conlleva menos seguridad. 

Según subrayó, lo primero es la seguridad y estaremos “calmadas” si tenemos información sobre protocolos y medidas de higiene (y quién sufraga los gastos) porque hasta ahora parece que cada centro educativo se tiene que buscar la vida. Se requiere, en esta línea, «claridad en los protocolos» y conocer de quién son responsibilidad, «que no puede ser el centro educativo, que deben acompañar a quien lo tiene que implantar».

El profesor de la UGR dejó claro que una mayoría de aulas saturadas no es compatible con las recomendaciones de las autoridades sanitarias. En un contexto de caída de la inversión en educación (851 € per cápita en Andalucía, a mucha distancia de las 1.058 de Navarra o Castilla y León) en el que las escuelas públicas están todavía sufriendo las consecuencias de los recortes de la crisis económica, «no podemos mirar a otro lado. ¿Qué pasará si la ‘nueva normalidad’ conlleva nuevos contagios? ¿Quién será responsable: familias, centros, administración?», planteó.

El próximo curso habrá que abordar, además, dos problemas básicos ya presentes que se agravan: por un lado los problemas escolares derivados del diseño de los centros para la docencia presencial sin planes digitales, con docentes sin competencias digitales desarrolladas. «La educación digital es necesaria en la escuela presencial del siglo XXI», reseñó en esta línea.

Por otro lado, los problemas sociales relacionados con la brecha social, la inclusión y conciliación, problemas de toda la sociedad, no sólo de la escuela.

Según afirmó, «la docencia presencial no es un reto» y debemos exigir que haya un plan A. Con este propósito se debe preparar la docencia digital y que se pueda activar de un día para otro, sin improvisar. «La educación a distancia de calidad será un salvavidas si hay un rebrote, teniendo en cuenta que nada sustituye la presencialidad», aseveró Trujillo, quien hizo referencia a la investigación que han desarrollado evaluando la educación en el periodo de cierre de centros. El alumnado preguntado reclama cambios metodológicos. Y las familias, reestructuración curricular porque el que tenemos no nos vale.