El Tribunal Supremo ha emitido una sentencia que reconoce a los centros de educación segregada que existen en Andalucía el derecho a ser financiados con fondos públicos. El alto tribunal se ampara en la LOMCE, la ley aprobada por el Gobierno del PP sin consenso alguno, que está recurrida ante el Constitucional por el Gobierno andaluz.

Como colectivo que agrupa a las madres y padres en defensa de la educación pública en Andalucía, la CODAPA se muestra muy crítica con esta decisión. «No somos expertos en leyes, y en ese sentido no podemos entrar a valorar la sentencia del Supremo», ha indicado Estela Gil, presidenta de la confederación, «pero nos parece un sin sentido que se avale una decisión como esta amparándose en una ley, la LOMCE, que ha sido muy criticada por todos los sectores de la comunidad educativa y que el propio Gobierno reconoce que debe cambiarse una vez se alcance el Pacto Educativo».

La CODAPA, organización que agrupa a cerca de 2.400 asociaciones de madres y padres de Andalucía, se ha mostrado siempre contraria a los conciertos. Para esta organización, el dinero público debe destinarse a financiar los centros públicos y sólo concertar con centros privados los casos concretos en que no existan suficientes plazas. Destinar recursos públicos a escuelas que sólo admiten escolares de un sexo resulta inadmisible cuando la convivencia escolar es el eje que vertebra gran parte de las políticas educativas encaminadas a eliminar lacras sociales como la violencia de género.

«Las leyes y la Constitución amparan la libertad para la creación de estos centros y las familias son libres de elegir el tipo de educación que quieren para sus hijas e hijos, pero lo que no parece lógico es que se obligue a financiar con el dinero de todos este tipo de escuelas que no garantizan los principios de igualdad y equidad», ha comentado Gil.

Para la CODAPA la decisión del Supremo evidencia una vez más la urgencia de alcanzar un Pacto Educativo que permita derogar la LOMCE y poner fin a las arbitrariedades que recoge esta norma.